Seguidores

sábado, 30 de enero de 2021

AL ATARDECER // CAPÍTULO XI

 

 

 

AL ATARDECER

CAPÍTULO XI

 

—Hola María. ¿Cómo está mi cómplice en la huida?

—Nel ¿Cómo estás? Te iba a llamar ahora mismo para que me explicaras qué es el video que me has mandado.

—Es una grabación que hice con el portátil la noche pasada, y quería que tú lo vieras para saber tu opinión.

—Si no lo has manipulado tú, y es una grabación real, pues que quieres que te diga. Es todo muy confuso. Unas velas que prenden a la misma vez estando alejadas entre ellas, y una sombra o como lo queramos llamar que pasa por la ventana. Creo que deberías enseñársela al dueño de las casas, porque como broma se están pasando. Él sabrá poner medios para evitar que sigan con esa gilipollez. Y tú por favor no te enfrentes a ellos.

—Se lo comentaré a Pepe. Pero sinceramente no creo que sea una broma de mal gusto ni nada que este realizado por una persona. Esto va mucho más allá. Prácticamente desde que llegamos no han dejado de pasar cosas raras.

Anoche, cuando un ruido me despertó, baje para ver lo que había sucedido. No vi nada, miré por la ventana, y aprecié sólo a un tío que todas las noches sube con una linterna hacia la parte más alta de la montaña que tengo enfrente. En ese lugar, dando un paseo, he visto una casa, que debe de llevar mucho tiempo cerrada. Y cuando me serené un poco, percibí un olor en la habitación muy agradable a flores, creo, que son jazmines o damas de noche. Hoy he subido otra vez al lugar donde se pierde la luz de la linterna y no he visto rastro alguno de personas o de alguna actividad furtiva.

—Nel, ¿te das cuenta de que me estás hablando de algo que nunca se ha demostrado? Pretendes convencerme de que estas teniendo experiencias extrasensoriales. Que un espíritu de un lugar en el que nunca has estado, se quiere comunicar contigo. Eso no es posible, Nel.

—María, sabes que nunca he creído en estas revelaciones, incluso estoy empezando a dudar de mi estado psíquico. No sé si tengo principio de esquizofrenia, cualquier tipo de demencia o simplemente me estoy volviendo paranoico. Pero ambos sabemos que no me voy a quedar de brazos cruzados. Necesito saber que está pasando, si es una broma, una paranoia o, como he negado en muchas ocasiones, existe la vida después de la muerte. No la vida física como nosotros la conocemos, sino una vida espiritual.

—Sabes que me preocupa que hables así. No hay nada que averiguar, sea lo que sea, no va contigo. Por favor déjalo estar y vente para casa.

—No puedo. Si abandonara esto no dejaría de atormentarme todos los días. Necesito saber qué es y por qué está pasando. Pídeme lo que quieras, pero ahora no me puedo marchar. Y no es solo cabezonería o amor propio, hay algo que me ata y la única manera de liberarme es saber por qué.

—Comprendes que no te puedo animar a que sigas hasta que sepas que está pasando y por qué. Y también me dejas sin argumentos para hacerte desistir. Pero no puedo evitar sentirme mal, si al menos estuvieses acompañado —y no me refiero a Thor— estaría más tranquila.

—Puedes estar tranquila cariño. No soy tan joven y alocado para meterme en un jardín del que no pueda salir. Pero siento que alguien o algo me necesita. Y no voy a perder la oportunidad de tener una relación con algo tan raro, por describirla de alguna manera. Y si te puede hacer sentir mejor, te llamaré todas las noches.

—Gracias. Aunque creo que nos hemos dejado llevar por la pasión de un tema que no conocemos. Llámame de vez en cuando. Un abrazo muy grande.

—Adiós, preciosa, y muchas gracias por hacer que me sienta querido.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario